Arte poética
Ama la vida misma como amas lo disperso;
el verso que ha nacido, la estrofa que se acerca
y elige sabiamente la música en el verso,
que al cabo lo que dices en prosa es una cerca.
El amor que le impongas vibre siempre en el nido
y al exceso la idea resplandezca cual arte.
Es mejor lo que llega con pasión al oído
que al pasar de los años es el mismo estandarte.
Maneja la estructura como el cuerpo a la vida
y escribe de tal modo que discierna cual gente:
es decir, que descubra la palabra, enseguida,
si es o no un ignorante, si es o sí indiferente.
No es rimar por montones, eso dalo por hecho,
que el lector con su gnosis hace grande estrategia.
Escribe lo que pienses y se sienta en el pecho,
y no forces la rima que al autor privilegia.
No es el verso, la idea, ni es la rima desnuda.
No es decir mil locuras para ser inmortal.
Es dejar que los moldes den respuesta a la duda,
es hacer maravillas con el mismo ideal.
Al final, cada verso vale más que una prosa
y al decirlo, sostengo la razón y el por qué.
Es la esencia del alma, cuyo néctar de rosa,
sin embargo, persigue lo que el temple te dé.
Samuel Dixon