Memento mori
Recuerda, corazón, que has de morir,
que hay esperanza de enterrar las penas,
de abolir de la carne las cadenas
y olvidarse del acto de sufrir.
Recuerda, corazón, que se han de abrir
las entrañas de la tierra, serenas
y esta vida que con rabia condenas
en la muerte tendrá su porvenir.
Y lloverá la calma de ese cielo
que eternamente estuvo oscurecido,
que era un muro a tus alas y a tu vuelo.
Entonces enterrarás lo sufrido
y abrazarás al fin tu grande anhelo:
dormir en la memoria del olvido.