Me comparo con el viento
porque entro en un hogar silencioso
botando hojas por doquier, haciendo estruendos, y despeinando a quien sea
porque puedo ser sutil como el viento de una brisa,
pero también puedo ser fuerte como el de una tormenta.
Hago tanto ruido, muevo tantos arboles
pero cuando pierdo mis fuerzas no soy capaz ni de levantar una sola hoja
a veces voy tan largo que no recuerdo el camino que recorrí,
a veces me quedo cerca, para no perderme
pero siempre estoy ahí, invisible y real.
Porque me puedes amar cuando te doy frescura
y me puedes odiar cuando despeino tu cabello,
puedes extrañarme cuando hay calor
y puedes no quererme más cuando boto tus cosas.
Viento soy y quisiera ser todo lo que acabo de mencionar
ser mucho y poco,
ser silencio y ruido,
fuerza y debilidad,
por eso soy como el viento hecho persona.