He perdido muchas cosas al crecer
Niñez y juventud fugaces entre velos
Con un reflejo que recriminaba y avergonzaba
y una voz traslúcida y escurridiza como el agua
Una casa habitada por espectros
Que de día acechaban en las paredes
Pegando sus horribles caras en las ventanas
Y por la noche se entrometían en mis sueños
He perdido muchas cosas en el transcurso
Varias veces preguntándome qué faltaba
Para que en ese fango pestilente me ahogara
Hundiendo conmigo los que de mi necesitaban
Hemos sobrevivido, sin embargo
Con lapas y con costras adheridas
A veces distorsionados nuestros rostros
Como espectros inoportunos de otros sueños
Pero lo más doloroso en el recuento
Es presenciar cómo se repiten nuevamente
La niñez entre velos entorpecida
Es detectar su mirada azorada
Al descubrir sombras en las ventanas
mientras mi voz en la otra orilla
ahogada por la corriente embravecida
traslúcida y escurridiza grita: \"no te rindas\"