Llegaste sin aviso, como el verso inesperado que el alma guarda en silencio...
desde entonces todo lo que escribo, lleva tu nombre escondido entre líneas.
Eres la pausa en mi tormenta, la voz que calma y enciende,
el latido que acompasa mis días y convierte mi mundo en arte.
cuando sonríes se desborda la tinta, y no hay hoja que alcance
para escribir lo que siento cuando tus ojos se cruzan con los míos.
Mi musa, por ser ideal, por ser tan real.
inspiras sin pretenderlo, tocas sin tocar..
Y que habitas en cada rincón donde florece lo que soy contigo.
Si alguna vez dudas de lo especial que eres, mírame escribirte,
te conviertes en poesía, aun cuando callas
aun cuando no estas.