Carolina Ugas Pazos

Bienvenido a la lucha de clases

Este nuevo hombre

no me sirve

sino tiene al hombro

un trabuco, una bombarda,

una escopeta de cañón corto

o cualquier cosa que suene duro

muy duro.

 

Por compromiso con mi clase

he aceptado desórdenes

crisis internas,

manifestantes histéricos

y políticos mentirosos,

adictos al ocultismo

y las malas costumbres.

 

Y mira que son cacos

y también mitómanos

y también hipócritas

y también belicosos.

 

Por sus obras inconsistentes

he de dar una buena pelea,

voy a divorciarme de mi juicio

y me preparo para disentir.

 

Me acurruco

bajo el portalón de los inocentes

los culpables me dan risa

me dan asco,

han engordado sus cuentas bancarias

con mi hambre

con tus lágrimas

con el orgullo de muchos

y la destrucción 

de millones de niños

usados como mano de obra esclava.

 

Estoy harta de perder

de ser escupida

maltratada, humillada,

pobre de economía monetaria,

vacía la cartera

apartada por el cinismo

vilipendiada por la pena

sin cuerpo ni cuerpos.

 

OLLIN

08/05/2017