gaspar jover polo

EN MITAD DEL SILENCIO NOCTURNO

EN MITAD DEL SILENCIO NOCTURNO

 

y bien tapada hasta el cuello,
antes de ponerse a dormir, tal vez desea 
sacar una mano y, luego, un brazo
para atrapar el periódico y ponerse
a rellenar el crucigrama,
como en una cápsula encriptada
bajo la sábana y la manta. Y, sin embargo,
tumbada de esta forma todo sonido escucha,
los motores lejanos de las calles vecinas,
el monótono runrún del frigorífico.
En mitad del silencio de la noche, 
oye incluso las voces susurrantes
que puede ofrecer la puerta del bar de la esquina,
y el agudo sonido de la discoteca 
a dos manzanas o más de distancia.
Como en una burbuja encapsulada
por las mantas, la sábana, la colcha
y a través de los orificios, las rendijas,
las ventanas y puertas no bien cerradas,
toda la vida nocturna se desliza 
en mitad del acogedor silencio de esas horas.
Piensa que tal vez la vida luce afuera 
luminosa y alegre,
pero no, no es posible, no le vale
hacer trampas: ¡la noche es siempre
más o menos triste y oscura! Aunque tal vez sea posible 
que, en algunos rincones…
brille el sol de forma rotunda.

 

 

Gaspar Jover Polo