Rosendo Ruiz

Armonía

Se debe aspirar

a una perfecta

armonía 

entre el instinto 

y el pensamiento.

 

Si uno sobrepiensa

puede llegar a hundirse 

en las arenas movedizas 

de la incertidumbre,

calcinarse en el paraíso 

de las dudas tramposas

y quedarse en el océano 

de las mil y un respuestas.

 

Y si por el contrario uno 

reacciona sin pasar primero 

por los rocíos de su mente,

los lagos de su conciencia 

y descender al limbo 

más menguante hacia

su más oculto secreto,

perdería sus distinciones

con el animal más salvaje.

 

Primero hay que aprender 

a ser poeta,

no romper ni deformar

la realidad,

sino verla y describirla

tal como es.

 

Solo así se podría

llegar a soñar con 

dividir al menos

un átomo de tu universo,

un átomo de tu existencia.