Un corazón,
el tuyo, el mío,
cual el pantalón
de un fontanero,
de bolsillos sin fin,
llenos, y cada uno,
de una forma, color
diverso, de latidos
de diversa raigambre,
uno de amistad,
otro del de la progenie,
otro pasión y sexo, y
el resto más pequeños,
para abarrotarlos de amores
de menor calibre,
esos que van en un gesto
amable, una mano tendida,
una sonrisa cuando toca.
Un corazón, mil comparti
mentos, mil maneras
de sentir, un caleidoscopio
de vibraciones, de vivir.