Ya no persigo tu sueño,
es otra mi realidad,
soñándote te soñaba,
hoy me enfrento a la verdad.
¡ No fueron de amor mis sueños,
fueron ensueños de amor.!
Mis fantasías etéreas,
maniatadas al calor
de tu piel y su textura,
al deleite de tu olor,
persiguieron la utopía,
en mis sonetos de amor,
sin entender que en mi vida
nunca entraría tu voz.
Hoy dejo mis versos ilusos
en el real ataúd
donde mis sueños entierro
apagándoles la luz
de las tristes fantasías
que fueron ensueños de amor
y enemigos intangibles
en mi irreal juventud.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO