María en sus treinta,
vivía con su hija.
Una separación
dolorosa, y un robo
el mismo día de su
mudanza...
Continuó su vida
como pudo, trabajaba
sacaba alguno que
quería introducirse a
su vida...
Para ella un compañero,
pero nada más que eso.
Lejos, después de haber
pasado mucho tiempo,
no pudo volver a enamorarse.
Si, de una voz en la radio,
por lo que decía,
si de algún actor, imposible de llegar.
Y cuando alguna vez viajó
se logró apasionar con alguien
que sabía que nunca más volvería
a ver...
Llegó a dudar de su sexualidad,
de sus gustos, sigue sin
resolver esa apatía...
¿La huella puede haber sido
tan profunda e irreparable?
Me dijo que se sentía muy
bien en ese estado de apasionamiento,
pero ese canal parece estar cerrado
en su tierra.
(rosi12)