Dolores sufre la vida,
nostalgias, siempre la arropan
sintiendo, que ellas galopan,
como fiera en estampida.
Y duele, duele una herida,
si puñales desarropan
y por la espalda, te topan,
de una persona querida.
Si heridas hay por docenas
producto de las traiciones
que alteran la savia en venas
y ponen ojos llorones...
¡Qué importan los chaparrones,
si el agua limpia las penas!