No tengo patria para no estar
En deuda con el mundo,
Por algo los extraterrestres
No se dejan ver en el parque
Con columpios.
Incluso en la literatura no muestro
Todas las ganas no vaya a ser
Que el verbo no sea nómada
Y repita el paisaje ya muerto,
Ya entre esos muertos
Que por muertos no se mueven
Aunque rece en sus epitafios
Una letra de lo mucho que fueron.
No amo a la rosa sin el rosal,
Y aun este, no es por sí solo
Si no se cree tierra que sabe
De las alturas como lo sabe
Un violín cuando la mano desliza
Y todo aire abandona su mudez.
No puedo vivir a una simpleza,
Eso supondría honrar a un mástil
Y desterrar la distancia de Orión.
Me gusta pensar que vine
De la explosión de una estrella
Y que volveré a ellas,
Y que siendo así no me conformaré
Y repetiré el ser como soy en otra;
Es la prueba más solida de llevar
El gen apátrida.
De no ser así sería traición
A cuando mi semántica, a través
De la pluma, expresa el calor
A los puntos cardinales pero
Ninguno goza de mayúsculas
Para no suscitar celos que solo
Significan espalda.
No sirvo para cansar la misma
Estación y dar por hecho que todas
Las mañanas se repita café con el trigo
Y olvidar que se despierta para
Estar vivo.
Soy así, me gusta ser así y nada debo
Excepto saber que el universo expande.