La Mata, cuerpo vivo de salobre
La Mata es piel de mar, voces oyeras,
de un pueblo que resiste entre la espuma,
que sabe del almendro y de la bruma,
y guardan su verdad como banderas.
Sus pinos son umbrales de otras eras
y el parque del Molino aún presuma
de tardes que en la plaza se perfuma
bajo el rumor de historias verdaderas.
Aquí el salinero dejó su rastro,
la arena es testimonio de los días,
y el viento habla en refranes del ancestro.
Pedanía que canta sin falsías,
La Mata es corazón raíz de castro,
y late con la sal de sus porfías.