ENRIQUE HORNA

PARA EL HOMBRE QUE HA VIVIDO

El Hombre está ahí

humilde, con su mirada profunda

esperando que la soledad

le cante entre sombras y ausencias

la razón de haber vivido.

 

¡Ay! Hombre con tantos años

tan amante de los caminos

y de las mujeres del carnaval.

 

¡Ay! Hombre si la vida

es tan solo el perfume de las flores

ahí donde el rio le hace música

a las rocas y el agua bendice el mañana.

 

¡Ay! Hombre buscando la luz

del maracuyá y la risa del papayo

Hombre tan simple

tan quieto al instante de la existencia

generoso con tus manos

regalonas de bondad.

 

¡Ay! Hombre que entre cerros y cabañas

historias de amor grabaste

hoy dormitas apacible

sonriendo casi ausente

cerrando los ojos

la muerte es un navegante.

EH