JUSTO ALDÚ

ABSURDAS DIVISIONES


 

ABSURDAS DIVISIONES

 

Caminaba lentamente en otro tiempo 

y empezaron a sangrarle los cabellos

de cara al horror, sus hijos muertos

allá en el  bastión de los  guerreros.

 

Aquí la vida es hondamente apuñalada

la tibieza plana y la traición divide

cegadora luz del  poder sobre sus carnes

que unas manos ya sin vida hoy le piden

 

 

-Deseo heredar territorio libre-

Contestan los deseos de su vientre.

Quizás para acallar hoy lentamente

una absurda división de lo sublime.

 

¡ESTÁ DICHO, LA TIERRA JAMÁS DEBIÓ SER PARTIDA!