Lucía gómez

AMANDO LA NOCHE...

Quedarse

amando la noche

en el arrullo.

No la noche bulliciosa,

sino la que trae sonidos de

cálidos recuerdos.

Noche llena de sombras

de insectos en hilera,

que van a parar a las luminarias

encendidas.

Y, en una noche de esas,

terminar descifrando...

el profundo

silencio.

L.G.