Alberto Navarro.

Pacto.

Con el silencio secuestrado

 

el argón derrite a mi semejante,

 

que sediento, bebe un enjambre 

 

de avispas, con los ojos cerrados.

 

Ese, con el más viejo saber 

 

observa ,como si el alma llenara sus cuencas.

 

 Escuchando a un desesperado cascabel    

 

que habla con la lengua muerta   

 

 y con un sordo pálpito

 

 deja revelado en el maltratado corazón;

 

 

 

que luego del tránsito de la aflicción no sabrá ni qué es la sospecha.