Pilar Luna

INFANCIA DE PIEDRA

Llovían piedras del aire,

en el invierno oscuro

hielo negro traicionero,

carámbanos astillando corazones,

y en verano, del cielo fuerte llovían

saetas de granizo de ozono.

Sangre en el rostro,

piernas clavadas,

dientes que aprietan.

Apredimos a revertir el dolor

cuando la tierra se desgranaba

y se hizo fértil el olvido.