La tristeza ahora es, compañera mía,
Grata alegría quiso darme la razón
Ignorando, los secretos de mi corazón,
Y solo me dejó, el rictus de una sonrisa fría.
Algo que hace mucho tiempo no sentía,
un dolor punzante, hirió mi pecho
al mirar tu desnudez, en mi vacío lecho
se me nubló la mente, trastabillé en agonía.
Tuve que ordenar ideas, hacer memoria
Decirme y entender que, aún no es la hora
Que de la que nadie escapa, viene sin premura
Detendrá las manijas del reloj y fin de la historia.
Delalma
27/03/2020