No tiene el mundo ni el cielo
fuerza o valor conocido,
para dejar de quererte
para olvidar que te quiero.
Ni la vida ni la muerte
pueden cambiar el destino,
ni obligarme a no tenerte
o a renunciar mis deseos.
Nada en el mundo ha tenido
la fuerza para olvidarte
nada en el, lo ha conseguido.
Porque quererte y amarte
es lo mejor que he sentido
y lo único, importante.