Carolina Ugas Pazos

Máscara de carne

Mis ojos se han quedado vacíos por la pena. 

Una bomba cayó sobre nosotros. Algunos daban clases en la escuela primaria, otros iban llevando documentos a una oficina legal. Un médico atendía a sus pacientes citados para ese día.

Luego que la bomba cayó, las carnes saltaron de mis huesos, exiliadas de mi ser como algo que no me pertenece, que ya no es mío.

No siento dolor. Mucha sed, pero no dolor.

Y una sensación extraña de huecos al pie de mi alma.

 

OLLIN

(Poema en prosa)

20/02/2015