Nada se pierde con amar.
Ganamos, aunque todo lo perdamos
y somos al amar, seres más sabios.
Nos dejan con las horas en desorden,
rescatando el cuerpo y hasta el alma
y deseamos otro beso en la frente.
Perdemos la memoria nuevamente
y saltamos otra vez hacia el vacío
y hacia la nada que somos en el fondo.
L.G.