Ayúdame Diosito,
él no me quiere y yo no lo he olvidado,
Ayúdame Diosito, lo extraño,
le escribo y le escribo,
como un perrito abandonado,
me recuesto triste de que no esta a mi lado,
¿Qué pecado estoy pagando?,
trato de seguir con mi vida, pero siento que aquí falta algo,
sentía un vacío por su ausencia que salí corriendo,
busque en todos los vagones de su presencia,
y al mirar tanta indiferencia, me morí,
sentía en mis adentros: ¿por que sigo aquí?,
que miserable debo sentirme,
para rogarle a alguien que tenia que dejar ir,
mi mensaje fue claro: te amo y esperaré por ti,
así no me lo pidas, así no quieras, yo quiero vivir para ti,
quiero casarme contigo, no quiero esta pausa,
Ayúdame Diosito, siento que me duele el alma,
creo que agarre alguna enfermedad extraña,
todo sale mal y me duele mas que él no esta,
clave esta estaca con mis propias manos,
pero en vez de quitarla para que pare de sangrar,
he taponado el agujero con los pétalos de las únicas flores que me diste,
es que siento que me debes todo,
una familia, una niña, una boda, un hogar,
nuestro hogar, tus abrazos,
guardo todos los besos que son para ti,
me canse de tomar, de ausentar tu recuerdo,
de que no me duelas, o fingir que no me dueles,
cuando si, claramente si,
pero aunque te llore todo esto que no libero en mi,
ya no estas aquí.