valti

Rufián

Rufián que te fuiste
por la empedrada
que transitan los callejeros
sin mirar atrás,
arrojando la colilla del pucho
sin saber dónde la fuiste a encestar.
Desconociendo la historia
que no se olvida jamás,
arremetiste con tu tacle falso
y sistema en contra
para querer hacerte notar.
Vacío que dejaron los imberbes
es muy fácil de llenar:
dos palabras dulces
y un buen polvo,
suficiente para que a esa boca
la hagas temblequear
y así poder irte jactándote de campeón
con tus controversias
y botines desatados.
Tropezando en algún vestuario
que no te quisiste enjuagar,
con la guinda y la palabra
pretendes conquistar.
Fíjate muy bien la mueca,
quizás a alguien podrás llegar a dañar.