Si cruzara de nuevo mi camino,
tan bella y tan gentil;
¿Debo acaso olvidar las duras penas
que un día padecí?
Si su rostro dibuja la sonrisa
que expresa la pasión;
¿Puede el alma enterrar aquel pasado
de llanto y de dolor?
Si mirando en sus ojos esa chispa
que me hizo tan feliz;
¿Puedo acaso borrar las falsedades
que entonces le creí?
Pero haciendo inventario de las trampas
que ingrata diseñó;
¡Pienso yo, que jamás le creería
lo falso de su voz!
Autor: Aníbal Rodríguez.