“VUELTA AL INICIO”
Carlos Figueredo Álvarez. Junio 2025
Revisando en los recovecos de mi memoria
A mi auxilio llegan los recuerdos:
De niño pensaba que mis padres eran inmortales,
Que tenían solución para todos los problemas,
Incluso pensaba que jamás se enfermaban
Que eran intocables por el tiempo
Ya adolescente ¡que larga vida la de mis padres!
Luego casi sin darme cuenta me hice adulto y comprendí,
Por eso pedía a Dios que prolongara la vida de mis padres.
Ahora ninguno está ¡Que poco duran los padres!
Hoy cuando el tiempo ha cambiado mi faz,
Ha puesto reflejos de plata en mis sienes,
Ha decorado mi antes lozana piel, con pliegues,
Siento que he transitado una buena parte del camino que ellos transitaron
Y que cada vez me acerco más a una meta inevitable.
Reflexiono: la infancia y la adolescencia son efímeras
Quizás mis hijas pensaron en su infancia igual que yo,
Ahora cuando sufro el síndrome del nido vacío y el dormitorio cerrado
Me aturde el silencio y la ausencia de travesuras y juegos infantiles
¡Dios, que rápido crecen los hijos, abandonan el nido y se marchan lejos!
Y volvemos entonces al punto de partida ¡Solo dos!
Dos que nos enfrentamos más unidos el vacío y el silencio,
A las frecuentes despedidas de amigos y conocidos
A transitar entre tantos recuerdos, anécdotas, álbumes y fotos,
A los olvidos repentino y a un ¿te acuerdas de…? “recordar es vivir”
¿Aún existirán a aquellos amigos de la juventud, que jamás volvimos a ver?
Doy gracias a la vida, al universo, por haber llegado a esta etapa
El tiempo, ahora lo percibo más corto, me ha hecho comprender muchas cosas,
Las acepto y vivo con entereza, resignación y agradecimiento,
Gracias a todos mis amigos, gracias a mis hermanos, gracias a mis padres,
Gracias al Creador por todo lo vivido ¿Cuánto me falta por vivir?
¿Cuáles serán, y quien me acompañará en mis últimos años?