Tocar fondo
es vivir el extremo
de un mundo injusto
y absurdo.
Es el limbo que trastoca,
amarga la vida,
buscando su poda.
Es un sismo de terror
que, entre el adiós
y un nuevo ciclo,
impone una decisión:
¿Te vas con el ocaso
y mueres,
o te montas en el tren?
¿Te rindes o te enalteces?
Es una encrucijada
que te pone
en tres y dos:
¿Te ponchas o das el jonrón?
Tocar fondo es palpar
el sótano oscuro y hondo,
sin susurros de amor.
Busca corroer la fe
y la esperanza,
enajenar la mente,
nublar la conciencia.
Mas es la oportunidad
de no bajar más,
de solo ascender.
Si llega a ti,
enfréntala,
despierta y levántate.
Pisa tierra,
lucha hasta vencer
y alcanzar las flores
de la primavera
en un nuevo amanecer.