William26🫶

Cántico Profano

Cántico Profano (con las manos sucias)

 

Me has vaciado mil veces,
y aún te atrevés a quedarte.
Soy esa vasija
que seguís lamiendo
como si el vino derramado
fuera el último trago del mundo.

Fuiste vos,
sí, vos,
el que tomó este cuerno de hueso
y le metió alma a la fuerza.
El que me jaló al borde del camino
para susurrarme
que el abismo también tararea.

Tu aliento me prende fuego las venas,
y cada nota que vómito
trae un poquito de vos
y otro de mi desastre.

Soy canción sin dueño,
ruido suelto,
que solo se ordena
en tu sombra jodida.

No te veo,
pero sangrás en mi pecho.
Y cuando me obligás a cantar,
se me quiebra el alma
como fruta abierta
ante un dios hambriento…

No sé cómo suena tu voz,
pero se me mete en la fiebre,
en la herida que gotea belleza,
en ese deseo que tiembla
cuando creo que venís
y no te asomás.

No vengo como santo,
ni me interesa.
Traigo el cuerpo reventado,
el espíritu en carne viva,
la canción sin maquillaje.
Vengo con las manos culpables,
pero con el corazón
abierto y palpitante,
como quien no tiene a dónde esconderse.

Te dejo mi canto, pelado,
sin oscuridad,
sin oro ni adornos:
solo esta cicatriz
que dice tu nombre.

Tomame así,
aunque no dé para estatua.
Arrancame como flor marchita
antes que me trague el tiempo.
No huelo bonito,
ni tengo forma,
pero nací del puro amor natural.

No quiero joyas,
ni vestidos que me alejen del lodo.
Porque el que no se ensucia con los de abajo
nunca sabrá
por dónde caminan tus pies.

¿Mendigo?
Sí, tal vez.
Pero soy yo
el que pide en su propia puerta.
Te busco en la calle,
sin darme cuenta
de que estás dentro
como incendio sin humo.

Haceme barro,
pero soplame vida.
Que no me salve la fachada,
ni el ego inflado,
sino ese temblor cabrón
de saberte cerca
y no poder nombrarte.