Diana Artemisa

COMETA

Estoy cansada de buscar tu voz, en cada murmullo,
En cada pisada que retumba en las escaleras.
Estoy cansada de vigilar el mecer de los segundos,
Hasta que, como el viento, llegues azotando mi puerta.

Estoy cansada de repetir, en esas noches tan largas,
que no llegarás, que ya no vendrás a curarnos del frío.
Estoy cansada de amarte como el canaricultor ama
a su canario; pues, sé, ni quiero, que nunca serás mío.

Y no sé por qué te perpetúas en mi mente,
o tal vez sí, pero me cuesta aceptarlo.
En el fondo, solo anhelo volver a verte,
y así extasiarme en la esperanza de que algún día,
ojalá no lejano, te quedes conmigo para siempre.