Adoradom

Un amor prohibido con final feliz

En una aldea,

Hermosa y florida,

Llena de casas,

Caseríos,

Y algún palacio,

Con gentes,

De buen hacer,

Comienza mi historia,

De amor prohibido,

Entre dos familias,

Un mozo y una moza,

Un día se conocieron,

Desconociendo el odio,

Que entre sus familias reinaba,

Se fueron conociendo,

Él a su ventana,

La iba a rondar,

Lindo cantar recitaba,

Todo empezó en un festejo,

Donde coincidieron,

Una hermosa mujer,

Con bellos cabellos,

Ojos color océano,

Un joven,

Con sus amigos,

Allí se encontraba,

Festejando,

Pero algo paso,

Que su mirada,

Clavada se quedó,

En una mujer,

Bien vestida,

Y muy bella,

Casualmente,

La mirada de ella,

Conecto con él,

Los amigos de él,

Al observar el momento,

Le advirtieron,

Era de una familia rival,

Las amigas de la chica,

Igual,

Pero no impidieron,

Lo inevitable,

Sus miradas,

Continuaban fijas,

Manera no había,

De interrumpirlos,

Un momento lindo,

Hasta que los amigos,

Los ojos le taparon,

Y a ella igual,

Sus amigas,

Pero tarde,

El flechazo llego,

Nadie impedirlo podía,

Los días pasaban,

Y ellos hacían por verse,

A escondidas claro,

Poco a poco,

El amor aumentaba,

Pero el problema,

Continuaba,

Las familias,

En guerra estaban,

Pero a ellos,

Igual le daban,

Seguían viéndose,

A escondidas siempre,

Hartos estaban ya,

Cuando se veían,

Sus corazones,

Estallaban en su pecho,

Sus almas,

Unidas se sentían,

El amor flotaba en el ambiente,

Con sus gestos y miradas,

Inundaba el ambiente,

Del momento disfrutaban,

A su balcón se acercaba,

Noche tras noche,

Cantando y recitando,

Lindos poemas,

Y canciones románticas,

Ella se asomaba,

Y permanecía,

Observándole,

Amándole en silencio,

Al irse el amado,

Antes escalaba,

Hacía su balcón,

Y un beso de amor,

Recibía todas las noches,

Enamorados estaban,

Sin dudarlo,

Un día aprovechando un baile,

Que su familia comunico,

Él se camuflo,

Y con ella dio,

Sus disfraces,

Aunque diferentes,

Se conocieron,

Y sus manos se unieron,

Sus miradas,

Reflejaban el amor,

Entre ambos,

Hablaron,

Bailaron,

Y al jardín,

Caminaron,

E intimaron,

Aprovechando un paseo,

Sus labios se besaron,

Se abrazaron,

Y un buen rato estuvieron,

Hasta que un ruido se escuchó,

Un espía,

Los observaba,

Seguido personas,

Corriendo venían,

Anunciando lo que le esperaba,

Marchándose con mucho dolor,

Al apartarse de ella,

Peligraba su vida,

Saltando el muro.

Al día siguiente,

Se volvieron a ver,

En un bosque escondido,

Tranquilamente estaban,

En un picnic,

Sin nadie que les molestara,

Llegada la tarde,

A su casa le acompaño,

Por suerte nadie,

Por la inmediación había,

Un beso sello el momento,

 Deseando al día siguiente verla,

Y así fue,

Comenzó el carteo entre ambos,

Una amiga cómplice,

Lo realizaba,

Cuando verse no podían,

Iba y venía,

Y la comunicación fluía,

Y el amor, aunque imposible,

Era verdadero,

Cansados de tanta injusticia,

Cuando juntos estaban,

Casarse le propuso,

Y huir a un monasterio,

Ella acepto,

Huyendo hacía el monasterio,

Uniéndose en matrimonio,

Y lejos a vivir se fueron.

Las familias los buscaban,

Pero con ellos no daban,

Un día en un lugar,

Pasados los años,

En un páramo,

Una cita, a cada familia,

A sus casas llegaron,

Indicando fecha y hora,

Allí asistieron.

El joven,

Con su familia hablo,

Al igual que la joven,

Con la suya,

Viendo el rencor,

Que aún existía,

Que entre ellos tenían,

A sus nietos mostraron,

El rencor y a ira,

Dio paso a algo hermoso,

Al amor y compasión,

Que los unió,

En alegría se tornó,

Ambas familias,

Sellaron la paz,

Hoy día,

Familias,

Y ellos,

Felices permanecen,

Y el amor crece.