Hay corazones que se rinden,
otros que se esconden,
y luego están los que
siguen latiendo como si nada…
o como si todo.
Yo, prefiero vivir de ilusiones,
y soñar cada noche
aunque en el día se esfume todo.
No quiero ponerle un candado
a este corazón obstinado,
que late, que busca, que llama.
Porque peor que dolerme
sería no sentir nada,
ser piedra, ser muro, ser sombra.
PD. Así que sí, me quedo así
con mis sueños, mis caídas,
porque aún rotas,
mis alas valen más
que una jaula vacía.
♡♡♡