Lucía gómez

LOS AMANTES...

Se entrelazan los vientres

taciturnos.

Los amantes se desintegran

entre labios y derrotas...

Y no importa el ladrido de los

perros a lo lejos.

Cada caricia se estrella entre

las rocas; cada abrazo es una

pila de ceniza que todavía arde

en los escombros.

Y ruegan que no acabe la noche,

porque luego,

no quedará más noche

que esa.

L.G.