Serpientes en la alacena, es la hora de la cena, sumando dos más dos, corrompieron la mente del espectador, cavando agujeros en la memoria, de una inservible historia, que no sucede, ni intercede, después de un verso un buen almuerzo, esperemos que ese pensamiento, que pensé en ese momento, no condene mi suerte a algo peor que la muerte, quisiera ser sincero, quisiera condenar la historia y sostener la desgracia, pero ya la fortuna pesaba desde lado amargo de la vida, en que se detiene en negro, la rueda de las Vegas, perdiendo lo que no tenias, cuando en realidad era así?.