jennvecino

Soledad y yo

 

Silencio que pesa, sombra que abraza,
ausencia que llena más que la presencia,
la soledad camina descalza
sobre los restos de mi paciencia.

No pide permiso, no llama a la puerta,
se instala en mi pecho como si fuera su hogar.
Y aunque a veces la quiero muerta,
me enseña a mirar sin dejar de llorar.

Habla en murmullos cuando todo calla,
susurra verdades que nadie me dio.
Y aunque mi alma a veces se halla
rota y herida, soy solo yo.

Me acuna en las noches, me cubre de escarcha,
me viste de sombras y de eternidad.
Es cruel y es tierna, mi única marcha,
mi espejo más claro, mi fiel soledad.