Carlos Eduardo

Alma

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

(Neruda)

Alma mía,

dónde estás,

te busco

y no te encuentro;

 

acaso estás alegre

a la sombra de algún astro;

 

hermosa,

aún no has descendido aquí

o aguardas elevarte

a tu reino celeste;

 

mientras,

me ha asido otra,

dividiéndome;

 

a tientas vivo,

perdido, ansioso;

 

esa extraña,

me dice,

sigue.

 

Fugazmente,

pasa una estrella por el firmamento,

pienso en ti

y el mundo se ilumina,

todo tiene tu magia

y emerges de mí,

mariposa de sueños.

 

Enamorado,

esbozo una sonrisa,

corres descalza,

mis brazos se abren,

estrechados,

huimos al fin del ocaso.