Te llamo y no me oyes
Grito tu nombre, y no escuchas.
Me acerco frente a ti y no me ves,
Pasas por mi lado, y no me miras.
Te acaricio el pelo y no me sientes,
Te alejas sin oírme, sin mirarme y sin sentirme.
Habitamos el mismo techo,
pero parecemos fantasmas.
La casa se llenó de ecos,
de silencios que pesan más que los gritos,
de platos limpios sin palabras,
de camas tendidas sin abrazos.
Ya no hay pasión,
En nuestras miradas, como antes
Solo una tibieza incómoda,
una costumbre que no abraza, solo aleja
Nos sentamos a cenar frente a frente,
pero es como mirar al vacío.
Tus ojos no me cuentan nada,
y los míos han dejado de preguntar.
Éramos uno, y ahora somos dos solos,
Respirando el mismo aire sin compartirlo,
Dos ausencias que se rozan sin tocarse.
La risa se mudó sin aviso,
y el amor… el amor se cansó de esperar
a que volviéramos a encontrarnos.
Pero seguimos aquí,
como actores que olvidaron el guion,
repitiendo escenas vacías,
esperando quizás… que uno de el primer paso
…el final.
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H.P.P