Rosendo Ruiz

Impostor

Ya no puedo más,

desearía no haberte visto

aquella fría tarde,

con tu pelo rubio,

tus pintas góticas

y tu media sonrisa

que me hipnotiza

cada vez que te veo.

 

¿Por qué no puedo

simplemente ser normal?

Y dejar de creer que 

si no existo es mejor

para mí y los demás,

ojalá pudiera amarte

más de lo que me odio

a mí y a mis reflejos.

 

Soy un eterno resplandor,

un perfecto impostor.

Una pieza mal impresa

en el rompecabezas que

tenemos vos y yo.

 

Por favor, no mientas,

¿Acaso estarías con alguien

que no puede escapar

de su propio cinismo,

de su propia sombra,

que se ríe de su dolor

y llora en silencio cuando 

no se está desangrando?

 

¿Podés entenderme

o sos como todos los demás?

Con sus vidas llenas

de alegre ignorancia,

de grandes esperanzas,

esperando jubilarse

y morirse en un jardín

repleto de nostalgias.

 

Soy un eterno resplandor,

un perfecto impostor.

Una pieza mal impresa

en el rompecabezas que

tenemos vos y yo.

 

Ya es costumbre

verme al espejo y decir:

Qué feo estás hoy,

ya deberías afeitarte,

ya deberías aislarte...

ya deberías matarte,

así ya no tendrías

nada que despreciar.