liocardo

ESPEJISMOS 

 

 

 

ESPEJISMOS 


Puedo entender la distancia 
con el dolor de cada palmo. 
Puedo encender con palabras 
la luz del faro en tu mirar.                                   
Puedo alcanzar de un suspiro 
el otro lado del mundo, 
pero en lágrimas me hundo 
si tu querer no es mi poder. 


Transito en una cárcel de agua 
permutando lujosas celdas, 
todas de puertas abiertas; 
parodiando la libertad. 
Miro tu rostro risueño, 
lejano como un gran sueño, 
estampado en mi deseo 
de ser alma entre tu carne 
y ser piel de tu sudor. 


Ando entonces deambulante 
de una a otra cancela, 
del muro hasta la garita 
en la que apunta un vigilante: 
¡Un paso adelante!  -me grita el pecho- 
y yo me estrecho 
como un cobarde. 


(Cuando de alarde queda el residuo 
de otro cautivo, 
que era el de antes.)