Luis Barreda Morán

Eterno Vacío

Eterno Vacío

Nunca existirá un cariño tan puro como el que vivimos,  
aunque el destino siga su rumbo y el tiempo nos olvide.  
Tus recuerdos me abrazan cuando cae la tarde,  
mientras la luna ilumina mi soledad sin queja ni reclamo.  
Eras mi refugio, mi luz en la tormenta,  
el único consuelo que calmaba mis heridas.  

Hay noches en que vuelvo cargado de tristeza,  
intentando encontrar tu calor entre las sombras.  
Mis labios buscan tu piel, pero solo hallan silencio,  
mis brazos se cierran en el aire, abrazando fantasmas.  
Me arrullo con tu memoria hasta que el sueño me vence,  
pero al abrir los ojos, solo encuentro el vacío.  

A veces pienso en tu mirada perdida en la distancia,  
y el dolor se hace mudo, como el llanto de los que esperan.  
Quisiera correr hacia ti, suplicarte que no me dejes,  
decirte que sin tu amor, mi existencia no tiene sentido.  
Pero la vida sigue, y las penas poco a poco se desvanecen,  
como hojas secas que se pierden en el río del olvido.  

Y así, otra vez, caigo rendido por la melancolía,  
intentando revivir lo que el tiempo ya se llevó.  
Mis dedos acarician tu nombre en la oscuridad,  
pero solo me responde el eco de tu ausencia.  
Me envuelvo en las sábanas frías, cerrando los ojos,  
y aunque sueño que estás aquí, solo tengo tu recuerdo.

—Luis Barreda/LAB