Pensándote cada mañana al despuntar el sol.
Imaginándote, absorta y mohína esbozando una sonrisa porque sabes que vas a ir a la sombra de un árbol.
Te imagino en una barca llena de felicidad cruzando el océano como una apóstol.
Y tu ternura me dirá, que eres una hermosa mami, llena de energía para soportar otro día que avanza como un caracol.
Y el canto de las aves a la tardecita, con una canción que arrulla con un bemol.
A pequeña de melocotón eres una estrella de lejano sol