Cuado te miro, niña,
cuando te miro,
desde la orilla opaca
donde me visto,
cuando te miro, niña,
cuando te miro,
te imagino vestida
y te desvisto
para ir a confesarme
al Santo Cristo.
Y el Santo Cristo, niña
el Santo Cristo,
perdona mi pecado
porque te visto
con un vestido blanco
que yo he cosido.
Cuando te miro, niña,
cuando te miro.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO