Llevábamos años sin vernos,
siempre con severidad en los ojos,
infinito el vínculo,
irrompible el lazo…
Es un destino antiguo en cada paso,
tan melancólico a ratos… tan lejos,
hemos llegado a entendernos,
a pesar de ir en círculos.
Volvimos a encontrarnos,
entre las ramas y la deriva,
en la reminiscencia de la única vía,
nos fue dado completarnos.