Quiero volver,
porque, quienes gobiernan el mundo, dicen,
ha llegado la hora de los justos,
las alambradas desalambradas,
tierra de todos,
ni fronteras ni armas,
paz en los puntos cardinales,
sin hambre, con techo y abrigo;
sin embargo, presiento,
el hombre no puede sino habitar el infierno.
Además, he sabido que,
Dios está detenido,
condenado a cadena perpetua,
por un error,
usó barro para dar forma al hombre
y de una de sus costillas a la mujer;
cuando debió haber sido al revés.
De esta manera,
el hombre habría
conocido el embarazo
y sus implicancias en la vida,
verdad dura,
que exime la violencia.
Con la angustia de la espera,
fuego lento para templarse,
y alcanzar el cielo
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