Tu rostro es luz que me guía,
un faro en la oscuridad,
una promesa tardía,
de paz y de verdad.
La sonrisa que despliegas,
es un puente sin final,
que une almas y despeja,
lo triste y lo fatal.
Belleza que no se olvida,
que nace del interior,
es amor en la vida,
y un eterno resplandor.