H.Enrique

Quizá Y Solo Quizá

Mi carencia es mayor, cuando alejas esa dulce boca.

La inocencia propia aún guarda nuestra imagen rota

de cuando decías que a este amor no le faltaba nada.

Llorando, tuve que aceptarlo, que solo tú eras mi amada.

 

Mi carencia es menor cuando traes tu sazón al paladar.

La experiencia de tenerte tan cerca no la he de olvidar.

Postrado, me reclama la culpa por haberlo dejado atrás.

Has olvidado que ayer, al despedirnos, prometiste no odiar.

 

Quizá, y solo quizá, no somos tan malos;

tal vez esas alas han vuelto y a ti te han envuelto, queriéndote más.

Quizá, y solo quizá, no haces tanto daño;

tal vez necesito acercarte,

necesito abrazarte y no soltarte jamás.