Tengo los nuevos ojos de la vida
por los colores de la noche
por las rosas de los tiempos
por el éxtasis de las flores
por el canto de los riachuelos
por la inocencia atravesando
el puente de las ilusiones.
Tengo los nuevos ojos del viaje
navegando cada océano de la luz
acoderando en cada puerto del hoy
reverenciando la piedra sagrada
la callada sabiduría de los templos
abrazados a la oración
a la adivinanza del ingenuo
a la creencia del misterio.
Tengo los nuevos ojos del camino
infinitos senderos besando a la luna
transpirando cada paso del sol
hurgando cada poro del bosque
riendo con la fe del niño
acariciando el albedrio de los peces
volando con cada ave del viento.
Tengo los nuevos ojos del silencio
purificando las horas del aire
respirando los segundos del tiempo
cantando las tardes de la esperanza
orando la magia de los sueños
besando la seda del rio
embriagando la memoria del asombro.
Tengo los nuevos ojos del momento
la nostalgia de la dulzura
el canto de los riachuelos
la gallardía de los arboles
la piel y el hueso amando
la temporalidad sin edades
insaciable curiosidad de mi sombra
suspiro errante de mi añoranza.
EH