Toda hermosa primavera
se nutre de mil colores
y alimenta toda el alma
cuando llena va de amores.
Y el invierno cuando llega
llora el cielo día y noche
como el corazón que llora
cuando llega algún reproche.
El verano es lo contrario
porque todo lo reseca
como el alma abandonada
que de amor se queda seca.
Al final llega el otoño
con el árbol deshojado
como quedan hoy mis ojos
de lo mucho que han llorado.
Y la tierra siempre gira,
cuatro son sus estaciones;
así mismo va la vida,
entre luz y nubarrones...