Por mi ventana,
te observó sempiterna,
evocas un dolor que llevas en tu alma. 
Desolados atardeceres,
agónicas mañanas,
pisadas sin huellas quedaron grabadas. 
Duele mirarte,
saberte tan cerca de ellos,
y que yo jamás podré volver a estar. 
Mi mente divaga,
acallando esta avalancha,
que se niega a olvidar. 
Despójame de aquello que me lastima,
porque cuando lloro, se me va la vida.
Necesito saber que a cada paso de mi vida,
sus almas caminan junto a la mía. 
Autora: Wummie