Tu nombre es eco en cada amanecer,
la luz que guía mi sendero incierto,
por ti, mi alma vuelve a florecer,
eres mi universo, mi puerto.
Antes de ti, todo era un quizás,
un lienzo en blanco, sin color ni rumbo,
llegaste tú, trayendo paz,
y transformaste todo mi mundo.
Tus bellos ojos guardan mis secretos,
tu risa es música que me levanta,
en cada gesto, sé que voy a amar,
la esencia pura que me encanta.
Juntos tejemos sueños sin final,
cada mañana es un iniciar de nuevo,
nuestro camino, nuestro sendero,
que no dejo, te lo juro, de anhelar.
No hay palabras que puedan expresar,
la inmensidad de este sentimiento,
eres la estrella que sabe brillar,
en mi más íntimo pensamiento.
Este poema es promesa y verdad,
un juramento que en mi pecho vive,
para el amor de mi vida, mi eternidad,
mi corazón por siempre te concibe.